Angel Akike, Concejal y Referente en la Tercera Sección
Electoral por
el Frente Transversal Nacional y Popular.
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Nuestro Gobierno Nacional, es un
gobierno activo, atento y operativo que todo el tiempo está evaluando
problemas, pensando soluciones y activando políticas para darles respuestas
concretas. ÉSTE gobierno siempre ha sido así.
En los últimos meses se presentaron
proyectos de leyes, y acciones concretas de tal magnitud y trascendencia
político económicas que han generado en la oposición política y a los intereses
económicos internos y externos -una vez más- la desesperada necesidad de salir
al cruce para ensuciar y distorsionar todo cuanto del Poder Ejecutivo surja.
No tienen fin los intentos por
frenar al gobierno, defender intereses que no son los del conjunto social, y
dicho sea de paso, en la batalla por oponerse, dejan a la vista su
inconsistencia e incapacidad para presentar un programa alternativo propio que
ofrecer al pueblo argentino. Todo ello en el contexto de un año electoral, en
el que los tiempos se acortan y la carrera ha comenzado.
Debe ser difícil y agobiante frenar
la avanzada de un Gobierno que sabe lo que quiere y no pierde un
minuto en la marcha hacia sus objetivos y al mismo tiempo enfrentar las elecciones armando engrudos y pegotes endebles entre elementos incompatibles que no pueden disimular sus profundas fisuras.
minuto en la marcha hacia sus objetivos y al mismo tiempo enfrentar las elecciones armando engrudos y pegotes endebles entre elementos incompatibles que no pueden disimular sus profundas fisuras.
Medidas cautelares, pedidos de
inconstitucionalidad, marchas difusas, carpas ostentosas, abandono de
legisladores de su obligación de estar allí en el Congreso discutiendo como corresponde, todo ello por supuesto con el respaldo de los
medios concentrados del poder mediático son las reacciones exasperadas de una
oposición al servicio de cualquiera menos del Pueblo Argentino.
Así asumen la oposición
distorsionándolo todo, tildando de tirano a un gobierno elegido por la mayoría
del pueblo, que no es dios, no sabe todo, ni está en todos lados al mismo
tiempo. Pero sí se ha propuesto, con los mejores cuadros políticos y técnicos
abarcar los múltiples y complejos problemas que como Gobierno Nacional debe
atender, en el marco de la ley y con la legitimidad que le dio el voto popular.
Lo que les revienta a los
opositores, permítaseme la expresión, es el objetivo, es la metodología, es la
capacidad y la existencia de un plan. En criollo esto es: gobernar para la
totalidad del Pueblo argentino; llevar al Congreso de la Nación los temas más
álgidos para que todo se haga en la más profunda legalidad; y tener un equipo
de primera que planifica todo cuanto se hace.
Porque hay que decirlo de una buena
vez, no tenemos un gobierno improvisado, que se levanta cada mañana pensando, a
ver ¿hoy que podemos hacer? Nada más lejos que eso.
Pero es una idea -¡improvisación y
tiranía!-, que han intentado instalar una y otra vez en la cabeza de los
argentinos. Y se aferran a lo que sea para ello.
En los últimos días la oposición ha
encuadrado en esta falsa idea, la diversidad y celeridad con que se
presentaron,para su consideración en el Congreso, proyectos de ley y legítimos
actos de gobierno.
Se olvidan u ocultan en sus
declaraciones -mientras se desgarran las vestiduras- que:
·
La Argentina de hoy, no es las que
nos dejaron muchos de ellos en el 2001, y que éste gobierno sacó del mismísimo
infierno;
·
Logramos algo inédito que es la soberanía económica al
desendeudarnos y que es una decisión política no volver a la pesadilla de los
préstamos a costa de las imposiciones genocidas de los organismos financieros;
·
Estamos en medio de la peor crisis del capitalismo mundial,
después de la de 1930 y que aun así, seguimos de pie, mientras vemos como se
derrumban países del 1er. mundo, tan añorado por muchos. Es más, resulta una
prioridad intervenir desde el Estado para que los efectos de esta crisis nos
dañe lo menos posible.
Se niegan a reconocer que Éste
Gobierno no es ni sordo, ni ciego, y por lo tanto:
·
Busca conciliar los intereses intersectoriales, con medidas
que beneficien a todos.
·
Sabe reconocer el largo camino que falta recorrer para
lograr la mayor equidad e igualdad para su pueblo, y trabaja sin descanso para
acortar la brecha que aún persiste.
·
Se atreve a impulsar reformas en el único Poder del Estado
que ha permanecido indiscutido y negándose a la autocrítica, mientras la
republica vivía las páginas más negras de su historia. y se atreve porque de él
depende también que logremos la igualdad y equidad tan ansiada.
·
Impulsa la unión y fortalecimiento de los lazos sociales,
culturales, políticos y económicos con los hermanos países de Latinoamérica.
Porque no podremos sobrevivir a un mundo en caos, sin el mutuo soporte y
colaboración.
Todo esto que se pretende negar,
olvidar u ocultar es nada más y nada menos que lo que hay detrás de las leyes
de Democratización de la
Justicia; el Certificado de Estímulo para la Producción Agropecuaria
Argentina; los convenios firmados con Brasil y Venezuela; y del mal llamado
Proyecto de blanqueo de capitales, por dar algunos ejemplos.
EL PROYECTO NACIONAL Y POPULAR,
señores, no es un slogan de campaña. Es un proyecto con directrices claras, con
políticas concretas y con la flexibilidad necesaria para hacer frente a los cambios
internos y externos sin alejarnos del principal objetivo: el bienestar de los
40 millones de argentinos, con una política económica de crecimiento y
desarrollo con inclusión social y en el que se articulan todos los sectores de
la economía.
Angel Akike, 16 de mayo de 2013
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