Discurso dado el 14 de
septiembre 2012 en el Honorable Concejo Deliberante de Almirante Brown por el
Concejal Angel Akike, con motivo de la conmemoración del golpe de Estado de
1973 en Chile, y de la operación militar contra estudiantes secundarios en La Plata , en 1976.
El mejor
homenaje
En
estos días, precisamente el 11 de septiembre, se cumplieron 39 años del salvaje
ataque a la libertad y a la democracia que tuvo lugar en Chile en el año 1973.
Concejal Angel Akike. |
En
aquellos oscuros días, -y con el antecedente del golpe de Estado acaecido en
Uruguay el 27 de junio de ese mismo año-, las fuerzas armadas chilenas, con
Pinochet a la cabeza, derrocaron al Presidente Salvador Allende, elegido por su
pueblo legítimamente en elecciones generales el 4 de noviembre 1970.
Estas
interrupciones del orden constitucional marcaron la historia del siglo XX en
nuestro continente, pero la crueldad y la saña de las dictaduras que usurparon
el poder en aquellos años 70 fueron inéditas, y de ninguna manera se trató de hechos casuales
o aislados. Aquel golpe fue el inicio de un sistemático y bien planeado ataque
a las democracias latinoamericanas, que en Argentina se consagró el 24 de marzo
de 1976 con el más atroz golpe oligárquico-militar
de nuestra historia.
En
estos días también, mas precisamente el 16 de septiembre, se cumplen 36 años de
la operación militar denominada por la misma dictadura argentina como La Noche de los Lápices, uno de los tantos
hechos de terrorismo de estado llevados adelante, pero en este caso contra un
centenar de jóvenes militantes que luchaban – no solo por el boleto estudiantil, como suele simplificarse
su lucha- sino por un país diferente, un país justo, libre y soberano.
Sería
bueno recordar que desde el año 2006 -por decisión de Néstor Kirchner – el 16 de
septiembre se festeja en la
Argentina el Día Nacional de la Juventud. La elección
de esta fecha trasciende el dato histórico (La Noche de los Lápices) y buscó establecer un hecho
simbólico: una parte de nuestra historia reciente que represente el rol de la
juventud y su compromiso con un mundo de solidaridad y justicia.
El Día
nacional de la Juventud
tiene que servir para que nuestros jóvenes
se reconozcan como protagonistas de su propia historia, sujetos de
deberes y de derechos, ejerciendo plenamente su libertad y sus potencialidades,
y manteniendo la lucha, siempre interminable, por una Patria para todos.
Estamos
aquí para rendir homenaje a aquellos que dieron la vida por sus ideales, que se
jugaron todo por un Chile y una Argentina libres, es recordar y comprender la
dimensión y el significado de su lucha, la trascendencia de sus actos en el
tiempo y su presencia en las banderas que se levantan en el presente. Sin duda el
mejor homenaje es honrar su sacrificio militando este Modelo, guiados por los
principios de MEMORIA, VERDAD, Y JUSTICIA.
Angel Akike,
septiembre 2012
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